Prensa

Lo que dijo la gente:

*“El otro día estuve recorriendo la muestra de fotos y recuerdos en la Lavardén y me emocioné muchísimo, muy lindos recuerdos 
y la prueba de que alguna vez fuimos adolescentes también.”

*GRACIAS DE VERDAD A MUCHÍSIMA GENTE.... AL SR SERGIO RÉBORI QUE HIZO UN TRABAJO SENCILLAMENTE "IMPECABLE". 
AL PÚBLICO QUE COLMÓ LAS INSTALACIONES DE LA SALA....A LOS MEDIOS DE PRENSA QUE RESPALDARON ESTA HISTÓRICA 
NOCHE Y ESPECIALMENTE A MIS COLEGAS QUE SIGUEN TENIENDO UNAS PILAS BÁRBARAS (HAYAN O NO CONTINUADO EN EL PALO), 
ESAS MISMAS ENERGÍAS QUE LOS APUNTALABA CUANDO HACE DÉCADAS MARCABAN LA HUELLA QUE HOY SIGUEN MUCHOS 
CHICOS...UN VERDADERO ORGULLO HABER SIDO PARTE DE ESTA MÁGICA NOCHE.
Gabriel Glize

*Es excitante ver la gente cuando te agradece con un aplauso como el que tuvimos A TODOS LOS QUE NOS MIMAN muchisimas gracias . . .
no hay otras palabras los abrazos a todos
Juan Ramos

*Gracias por haber dedicado tu tiempo a aquellos que estuvimos en la musica subte de Rosario!!! Soy el bajista de Hipocampo Rock y 
espero encontrarnos dios mediante en la sala Lavarden !!!!! Un abrazo y seguimos en contacto !!!!

*Es un privilegio para mí ver la muestra que esta en la sala Lavarden, y que con todo el esfuerzo lo han logrado, y que lograran mucho más, 
ya que en Rosario tenemos músicos que son bárbaros, y que transcurridos los años lo siguen haciendo con toda su pasion, que este sea el 
comienzo para que nuevas generaciones vean y sepan que se puede, además también tengo la satisfacción de ir a ver recitales, que tienen 
una Historia tremenda, porque así como han transcurrido los años, ellos siguen fomentando el querido Rock de Rosario, gracias por hacernos 
conocer la historia y hay mucha más para ver!!!!

*Agradezco profundamente a quienes con su esfuerzo hicieron realidad esta hermosa muestra, tengo el modesto privilegio de participar en ella 
con fotos de grupos donde hice música "El Metal" y "Contrabanda", en aquella época me llamaban Freddy. Tengo la esperanza que esta iniciativa 
sea el primer paso a una serie de eventos similares donde pueda recoger mucha más información de tantos grupos que se han formado en Rosario. 
Gracias de todo corazón!!!

*Bien por este libro que refleja una historia importante, pero no muy difundida. Ese momento fue muy especial... Estaba surgiendo el Rock Nacional, y 
en Rosario se formaban grupos, que con casi solamente las ganas, subian a los escenarios a decir lo suyo. Yo tuve la suerte de estar alli y participar de 
todos aquellos recitales que se hacian en las distintas salas de la Ciudad.

*Excelente propuesta, quienes vivimos los 60' y compartimos aunque fuese minimamente esa movida rockera sabemos que hubo mucho más, músicos 
y bandas ignotas hoy que movían mucha gente en lugares como Tunelmanía con Stephenwolf o esos primeros bailes en la arena de Náutico con Palolo. 
El simpático "fonoritmo" en las discos de Oroño o Posta 36. :)

*Muy bueno,,!!! y esperemos que este evento se repita y sirva para afianzar la camaradería entre los musicos rosarinos...

*Quiero agradecerles de mi parte y de mis compañeros de LA BARCA, a todas las personas que asistieron y pudieron compartir con nosotros la gran fiesta 
organizada por Generación Subterránea en la Sala LAVARDEN el pasado Viernes 5 de Abril .-
Fué para nosotros una inmensa alegría poder recibir tanta demostración de cariño de parte del inmenso público que desbordó la sala y a la vez compartir
 el escenario y volver a reencontrarnos con tantos amigos de la adolescencia después de tanto tiempo, fueron muchas ALEGRIAS y EMOCIONES juntas.-
Realmente quiero felicitar a los demas grupos que nos acompañaron, todos estuvieron excelentes y también nuestro agradecimiento y felicitaciones a 
Sergio Rebori que supo armar todo este bolo musical y que cuente con todos nosotros en el futuro próximo para lo que el disponga .-
Les dejo un GRAN ABRAZO a todos.....

Juank (La Barca)

Te merecés el éxito que el libro tiene porque despertaste recuerdos en nosotros que no sólo son recuerdos, ya que en este presente,40 años después, 
están tan vivos como antes, gracias por abrir este baúl y desempolvar la verdadera "otra historia" de la música de Rosario jamás antes contada..un abrazo

Ricardo “Richard” Grassi fundador de Amader





Un vibrante viaje en el túnel del tiempo a los comienzos de rock de Rosario

Generación Subterránea, la otra historia del rock de Rosario, una investigación de Sergio Rébori, 
plasma simultáneamente en un libro, un cedé y una muestra la historia desconocida del rock de Rosario.


Si el rock de Rosario se reduce a Los Gatos, la Trova y dos o tres bandas de los años 90, como suele pensarse, eso quiere decir que hay otra historia. Fue lo que pensó Sergio Rébori cuando empezó a trabajar en Generación Subterránea, la otra historia del rock de Rosario, una notable investigación plasmada simultáneamente en un libro, un disco y una muestra, que da cuenta de grupos, músicos, revistas y movimientos culturales de la ciudad que permanecían en su mayoría desconocidos, o en el mejor de los casos circulaban de manera oral o a través de evocaciones dispersas y parciales.
"Este libro no va en desmedro de la historia oficial —aclara Rébori—. Está todo bárbaro, pero lo que quería contar es lo que no se conoce, sobre todo haciendo hincapié en los años 60, 70 y parte de los 80. Ahí estaba lo fascinante del proyecto: no había registros, ni bibliografía para consultar. Tenía eso a favor, y también en contra".
Publicado con el apoyo del programa Espacio Santafesino, Generación Subterránea... se despliega también en una muestra que exhibe Plataforma Lavardén, con más de cien reproducciones de fotos, una colección de vinilos rosarinos, viejos afiches de calle, una exposición de ejemplares de Acuarela, Smog, Rocksario y otras revistas, un stand dedicado al locutor Poli Román, cassettes y objetos varios como el medallón que usaban los músicos del grupo El ángulo y un video de Charlie Bustos en el bar La Muestra.
Además, el libro viene con un disco que incluye entre otros temas "Enamorada de la perdición", de Lágrimas (1967), "Era un muchacho", de Palolo (1970), "No lo soporto", de Enigma, grabado a cinta abierta (1975), "Cucarachas para el desayuno", de Irreal, grabado durante un concierto en Tucumán (1980), el revulsivo "Está bien, muy bien, genial", de Cinema, el primer grupo punk, en vivo en el club Policial (1980) y "Tentando a la suerte", de Scraps (1998).
Rébori cuenta que empezó a escuchar rock a fines de los años 70: "Había muchos recitales en la sala Lavardén, por eso me interesaba que la presentación fuera en ese espacio. También en Luz y Fuerza, al lado de la comisaría, y en la Asociación Cristiana de Jóvenes, que se prestaba además para hacer las reuniones. También en algún club, en festivales organizados por los músicos. No importaba quién tocara ni el género, los íbamos a ver a todos. Sentíamos que había un nosotros irreductible. Era un respiro en la dictadura. También un ghetto, con nuestros códigos".
Desde entonces empezó a guardar grabaciones. "Por ejemplo, cuando tocaba Irreal, ellos tenían un cassette o alguna cosita que se vendía en el recital. Yo me acuerdo de haber ido a la casa de Juan (Baglietto) para comprar el cassette que venía con un afiche hermoso que había hecho David Leiva. O directamente si uno ya tenía amistad con algunos músicos la cosa era decir «che, vamos a tu casa con el grabador abierto y tocame las canciones». No había otra forma de tener un registro".
La investigación para el libro fue un largo trabajo. Con Virginia Giacosa, que hizo la edición de textos, "empezamos armando una ruta: la idea era hacer una reseña de lo que había sido Los Gatos Salvajes, porque hay hasta un libro sobre esa banda, y de ahí saltar a los años 70 que es donde se empieza a generar el movimiento del rock como cultura, cuando aparece no tanto como la música bailable que era en los 60. Pero al hacer las primeras entrevistas los músicos nos hablaban de grupos anteriores. Habían pasado cuatro meses y más que avanzar con el proyecto habíamos retrocedido diez años. Empezamos entonces desde más atrás".
Generación Subterránea... demuestra precisamente que no todo comenzó con Los Gatos Salvajes, o que por lo menos hubo otros grupos contemporáneos al de Lito Nebbia y Ciro Fogliatta. Los orígenes del rock de Rosario, dice Rébori, se encuentran en 1963 en el Club Francés (funcionaba en la Alianza Francesa, San Luis 846), con grupos como Dany Alfaro y sus Rocketts, Los Hurricanes, Los Dippers, Los
Halcones, Los Sabres y Los Vampiros
El libro incluye un cuerpo de redactores integrado por Edgardo Pérez Castillo, Juan Cruz Revello, Martín Pérez, Daniel Schreiner, Marcos Elguero y Marcelo Rossia y testimonios de Richard Grassi, Juan Chianelli, Diego Casanova, Fernando Vercelli y Ricardo Carbone, entre otros protagonistas del rock de Rosario. En la tapa el actor Omar Serra recrea la portada del primer disco de Almendra: "Cuando empezamos a hablar con los músicos nos decían que Los Gatos fueron importantes pero el día que se decidieron a hacer rock fue cuando salió ese disco", explica Rébori.
A partir de ese momento el rock comienza a establecer sus circuitos. "Nos conectamos con el Topo Carbone, que ya en los 60 tocaba en los bailes de carnaval —dice Rébori—. Con él empezamos a reconstruir esa época. Pasamos mañanas enteras en la Hemeroteca relevando las carteleras de los fines de semana y de los bailes en los clubes. En esa época empieza a ganar terreno el rock, no como lo conocemos ahora, sino en la mano del rock mexicano, Los Teen Tops, «La plaga», «Popotito» y el Club del Clan. Ciro Fogliatta, el tecladista de Los Gatos, contaba que él tocaba dixieland, tenía una banda de jazz, que era la música joven, y el rock empezaba a asomar en la periferia, en los barrios". Llegar al Club Francés era lo más parecido a una consagración en aquellos años.
Generación Subterránea... rescata a músicos como el percusionista Carlos Luchesse, "que no quería ensayar porque eso le quitaba espontaneidad a la música" y entre otros dedica un capítulo a Poli Román, el primer empresario dedicado al rock en la ciudad. También hay una revalorización de Charlie Bustos. "Lo íbamos a ver todos —agrega Rébori—. Más que a Fito, que ya estaba con sus primeros grupos. Una de las canciones más lindas de él es «Para arreglar las cuentas con Rosario», con letra de Beatriz Vignoli. Más de una vez lo llevaron preso por cantarla. Por ejemplo en uno de los recitales organizados por Poli Román en Carcarañá, en 1981, subieron dos policías al escenario cuando terminó de cantarla y se lo llevaron".
También están Irreal, Pablo El Enterrador, Tancredo y la explosión de los años 90. Y hay muchos otros hallazgos y redescubrimientos, además de material gráfico abundante e inédito. Grupos como Los Dangers (1964), que adaptaban sus repertorios según tocaran en pueblos, casamientos o boliches, Lágrimas, cuyo simple en el sello Odeón (1967) "puede ser considerado fundacional por estar cantado en castellano y por la calidad musical inédita para esos años" o Clericó, donde Enrique Llopis cantaba temas de The Who; movimientos como el Ateneo de Músicos Amigos de Rosario (1973), los inicios del punk en un altillo de la calle Viamonte, en barrio Parque y el blues de Contrabanda a principios de los 80; personajes como Palolo (Norberto Pardal), integrante de Los Demonios del Twist y Los Indómitos, coprotagonista, con Sandro, de la película Arriba juventud (1970) y premio a la Trayectoria en El show de AJ (2012). Generación Subterránea... saca a la superficie un capítulo fundamental de la cultura de
Rosario. Una historia con letra, música e imágenes. La muestra en Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza) puede visitarse de lunes a viernes, de 10 a 19, hasta el 5 de abril.
Toda la noche hasta que salga el sol
A propósito de Vitamina C, una banda formada en 1969, se lee en Generación Subterránea...: "(Ricardo) Topo Carbone recuerda aun hoy que en una oportunidad llegaron a tocar todo el día, desde el 20 de septiembre al 22. Comenzaron la noche del 20 en Zavalla (en la Sociedad Italiana) siguieron en la mañana del 21 en un Country de Funes, de ahí a un festival en Rosario Central, donde entre otros compartieron escenario con Sandro y en la madrugada del 22 terminaron en la confitería La Notte. En otra ocasión fueron contratados por (Ercilio) Gianserra para tocar en un club de San Martín Norte (en el límite con Chaco) con el nombre de Safari, grupo famoso de Buenos Aires. Todo iba bien. Los ovacionaban hasta que se dieron cuenta que no eran el original Safari y los echaron a monedazos. Días después el mismo Gianserra comentó en su programa de radio: «Cuidado que hay grupos de Rosario que se hacen pasar por grupos famosos de Buenos Aires»".




Este jueves se presenta la edición que compila "la otra historia" del género en Rosario. 
También se inaugura una retrospectiva con fotos y afiches que ilustran la movida. Habrá shows en vivo y reuniones de bandas.
Este jueves a las 19.30, se presenta el libro Generación subterránea. La otra historia del rock de Rosario, un trabajo de escritura 
colectiva que desanda cuatro décadas del género en la ciudad a partir de relatos, crónicas, entrevistas y archivos periodísticos.
 La obra se edita junto a un CD con audios, en su mayoría inéditos.

En paralelo, se inaugura la muestra homónima: un compilado de fotos, afiches, volantes y revistas que ilustran la movida. 
La cita es en la Plataforma Lavardén, Sarmiento y Mendoza.

El encuentro tendrá una banda de sonido en vivo con músicos locales en la Terraza de la Cúpula y en el cierre, un show en el Teatro.

"Hace varios años que vengo maquinando la idea. Durante los ´80 y los ´90 estuve relacionado con distintas publicaciones 
relacionadas con la cultura, y la intención era capitalizar un poco todo ese material que había dando vueltas", señala Sergio Rebori,
 responsable de la edición del libro Generación subterránea. La otra historia del rock de Rosario.

Para la concreción del anhelo fueron convocados distintos referentes del género tales como músicos, fotógrafos, artistas plásticos, 
sonidistas, periodistas y también, "toda esa gente que conservó el material a lo largo de los años, como fans y plomos".

Si bien el proyecto reconoce dos antecedentes directos - la revista El Picaperro y un intento previo de sistematización de contenidos-
 la decisión de presentar la idea en el Programa Estímulo del Ministerio de Innovación y Cultura terminó de cuajar el primer impulso.

Luego llegó la conformación de un grupo de trabajo y, recién entonces, un primer mapa a seguir El responsable de la primera tapa 
de Los Abrepuertas sintetiza al libro como una "arqueología musical": "Tuvimos que armar nuestra propia bibliografía a partir de 
entrevistas, consultas en los diarios, compilar fotos y audios".

La mayor cantidad de información pertenecía a finales de los ´70, los´80 y los ´90. A partir de allí se trazó, casi como un prólogo, 
una breve reseña de las bandas de los ´60 para continuar el desarrollo.

Pero, toda construcción supone la apertura de ventanas y puertas, en principio, imprevistas. Tal como lo señala Rebori, 
a medida que los reportajes avanzaban, los protagonistas los remitían a créditos y grupos del pasado.

"Los nombres se repetían y nos encontramos con que en Rosario, la década del sesenta había sido muy rica. 
En las carteleras de los diarios de la época había más de doscientos grupos tocando en clubes de barrio, en los bailes 
y en las celebraciones del carnaval. Entonces, teníamos cuatro meses de trabajo y habíamos retrocedido diez años", 
explica quien partió de la premisa compartida de que «Los Gatos fueron la primera banda de rock vernáculo».

Por aquellas épocas, el incipiente beat convivía como podía con el jazz, las orquestas típicas y los tangueros. 
Ya sobre el cierre de la década, el circuito musical y cultural se estableció con una presencia más rockera en 
el centro y más "comercial" en la periferia. Los ´70 terminarían por definir un presente con futuro para el rock.

Entre tanto espíritu etnográfico, hubo anécdotas sorprendentes y divertidas. "Recuerdo que Eduardo Pogonza 
me contó que la primera vez que escuchó versionar a los Who, la banda le voló la cabeza. Y el cantante del grupo 
era Enrique Llopis", apunta el también diseñador.

El porqué de una mirada "subterránea"

"Queríamos contar la otra historia, no la oficial «Gatos-Trova-Fito», sino contar sobre aquellos que no habían llegado 
pero que marcaron a distintas generaciones. Además, la palabra también remite a un espacio de resistencia cultural. 
Y también porque para llegar a ese material hubo que ir un poco «bajo tierra», con todo un trabajo de investigación", apunta Rebori.

La tapa: un "almendro" de acá

"Buscamos una imagen que identifique al rock. Y la respuesta que escuchamos, cuando consultamos a los músicos era 
«Los Gatos nos abrieron el oído» , porque fueron los primeros en hacer rock en castellano; pero «Almendra nos abrió la cabeza».
 También podrían haber sido Los Beatles, porque son tapas que trascienden las fronteras".

Bandas en la Terraza y el teatro

"La idea es que los músicos se junten y recreen esas zapadas de los ´60, donde se iban pasando los instrumentos", 
anticipó el editor. Entre los nombres que asoman en la grilla aparecen Los insaciables, banda pionera que se junta tras cuarenta años.

También serán de la partida los Oasis, Hipocampo Ros, con la participación del guitarrista Bonzo Morelli; Enigma, 
que tocó por última vez en la sala (Lavardén) en los ´70; la rasta banda,"primera banda del género en la ciudad"-; 
y una recreación de Cinema, "la primera banda punk", con Lalo Berbetoros (Poxi-Beat) y los músicos de Contenido Neto.

La muestra se puede visitar hasta el 5 de abril, de lunes a viernes, de 10 a 19, y dos horas antes de cada espectáculo 
programado en Plataforma Lavardén, con entrada libre y gratuita.




Un trabajo de arqueología musical

Creado por Sergio Rébori, y con la producción de Virginia Giacosa, el libro reúne artículos, anécdotas
y papelería. Así, propone un recorrido fascinante del mapa rockero de la ciudad. Inclusive, desde antes
de Los Gatos.

Por Leandro Arteaga

A Sergio Rébori le brillan los ojos de la alegría. Seguramente como a cualquier lector curioso,
mínimamente interiorizado en el tema o, todavía más, si es partícipe del relato. Algo de esto hay,
y seguro se respirará esta tarde cuando en Plataforma Lavardén se den cita invitados, amigos,
compañeros, músicos, de esa larga historia que tiene el rock de la ciudad. Generación subterránea
es el título del libro (con artículos, anécdotas, imágenes, folletería, y CD como bonus) que Rébori
presentará a las 19.30 en Sarmiento y Mendoza, en compañía de una muestra de fotos, afiches, volantes, revistas más música en vivo (entre ellos, Coki Debernardi).

Artesanal y marginal puede decirse de este libro que se atreve a desentrañar al rock que Rosario
 tiene (porque tuvo), pero desde la alteridad, las grietas. "Por eso lo de 'la otra historia', porque hay
una historia oficial, la de que un día hubo un grupo llamado Los Gatos, veinte años después 'la trova',
de donde salieron Baglietto y Fito, y que hacia fines de los '80 sonó alguna banda de pop, como
Identikit por ejemplo. Ahora bien, de todo lo que pasó durante esos años no hay registro, no se
sabe nada, es la historia oculta", explica Rébori a Rosario/12.

"Eso tiene una explicación o varias --apunta--. Algo en común es que la realidad de los '60, '70, y parte
de los '80, es la de un rock atravesado por dictaduras, donde los medios ignoraban completamente al
movimiento, y con una ciudadanía que miraba con desconfianza al de pelo largo y guitarra.
En ese contexto el rock se va desarrollando. Hay que tener en cuenta que desde Los Gatos hasta
Baglietto, no sale prácticamente un disco (hay uno solo, editado en 1976). Pero la historia es que
había cientos de grupos fogoneando, tratando de hacer lo suyo, y uno piensa qué era lo que los
movilizaba, porque sabían que era apostar a la derrota: nadie se planteaba grabar, perdían dinero,
tenían problemas con la ley. El trabajo era empezar a ver qué había pasado ahí".

﷓ Me suena a esencia rockera. Entiendo también que el libro es, evidentemente, consecuencia de un
recorrido personal.

﷓ Hace años que venía con la idea, desde los '80, cuando hacíamos las revistas subterráneas,
mecanografiadas, con Letraset para los títulos. Siempre estuve atento a esas movidas, colaborando,
haciendo algunas cositas. El antecedente más directo es en el 2005, 2006, cuando empezamos a
 hacer El Picaperro, una publicación que hacíamos con un grupo de artistas de diferentes disciplinas,
y la particularidad que tenía era que la acompañaba siempre un CD, con la consigna de difundir bandas
nuevas. Como fui siempre medio melómano, de guardar cintas, casetes, TDK de conciertos, recitales,
empecé a meter bonus﷓tracks que me gustaban, y vimos que tenían buena recepción.
Así decidimos hacer un número dedicado a la historia del rock de Rosario, pero muy acotado.
Presentamos la revista como de costumbre, en un bar, y fue algo que explotó. Y quedó como
un proyecto a continuar, pero archivado. Hasta que me llama Virginia Giacosa, periodista y amiga,
y me propone presentarnos a Espacio Santafesino. Ella se encargó de la parte de la producción,
trámites y papeles. Lo preparamos, lo llevamos y ganamos el subsidio. En la defensa que hicimos
del proyecto, el jurado (donde había gente de Buenos Aires) nos decía que no entendía por qué en
Rosario, una ciudad tan prolífica en músicos y con el rock, nunca hubo nadie que hiciera un registro
de todo esto.

- ¿Cómo fue esa tarea? ¿De qué manera te fuiste organizando?

- Fue complicado. Teníamos un esquema donde decidimos incluir a Los Gatos Salvajes pero sin
detenernos mucho, porque no era algo sobre lo que no hubiere registro, entonces dijimos
"vamos a pasar por ahí y saltamos a los '70". Cuando empezamos a hacer las primeras charlas
veíamos nombres que se repetían. A los cuatro meses, en lugar de avanzar ¡habíamos retrocedido
como diez años! Tuvimos que ir a buscar esas raíces, ahí fue donde aparece el "Topo" Carbone,
un baterista histórico, que había estado en la última época de los '60 y nos empieza a dar una mano
para reconstruir ese mapa. Lo que teníamos a favor y en contra era que al no haber bibliografía tuvimos
que ir a las fuentes, lo que hacía más rico el trabajo, como una arqueología musical. No sabíamos cómo
sonaban muchos de los grupos, pero nos encontramos con gente que había conservado fotografías,
recortes, y reconstruimos el "antes" de Los Gatos.

- Sin un buen archivo veo que este libro hubiese sido imposible.

- Esa fue una pata fundamental, gracias a quienes llamamos "guardianes del tesoro", tipos
que durante cuarenta años han conservado afiches, volantes, entradas, y que por lo general
no son los músicos, sino gente que satelizaba con determinado grupo, un asistente, un plomo,
o el que diseñaba los programas. El músico por lo general se olvida, a excepción de los bateristas,
que son muy meticulosos. Y desde lo personal también, porque a través de los años me ha tocado
vivir muy de cerca esta historia, es más, en algún momento intenté ser músico de rock, lo que me permitió
 ingresar en esa comunidad en la que no éramos tantos. Te estoy hablando fines de los '70 y principios de
los '80, donde era común cruzarte con Fito, con Juan Baglietto, porque todos íbamos a ver a todos,
no era una cuestión de género musical, sino que había que estar en esos espacios, porque funcionaban
como lugares de libertad, ¡si bien después nos esperaba el colectivo para llevarnos presos!
 Era algo que sentíamos así.

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